martes, 25 de diciembre de 2007

ESCANDALOSA SITUACIÓN DE LOS CENTROS PENITENCIARIOS EN FRANCIA

Varapalo del Consejo de Europa a Francia por su política carcelaria
24 de diciembre de 2007
Un informe oficial denuncia el trato "degradante e inhumano" a los presos. El organismo carga contra el estado vetusto e insalubre de las cárceles francesas.
EL PERIODICO (JOSÉ A. SOROLLA).- En el país de los derechos humanos, las cárceles son una tortura. Vetustas, insalubres y superpobladas. Así son la mayoría de las prisiones francesas, en las que los detenidos sufren tratos "inhumanos y degradantes" y son sometidos a largos periodos de aislamiento, como destaca un informe del Consejo de Europa.
La institución vigila desde hace años el sistema penitenciario francés. En el 2006, un informe de Álvaro Gil-Robles, entonces comisario de Derechos Humanos, señalaba que Francia tiene uno de los regímenes disciplinarios "más severos de Europa".
Nidos de palomas en las conducciones, extractores de aire obstruidos, duchas deterioradas, váteres turcos sucios, paredes desconchadas o enmohecidas, filtraciones de agua. Esta era la descripción que hacía en enero un experto designado por el tribunal administrativo de Versalles de los departamentos disciplinarios, conocidos como "el trullo", de la cárcel de Fleury-Mérogis, que alberga a 3.700 reclusos cerca de París.
CUBÍCULOS OSCUROS
En las celdas, el espacio de deambulación es de poco más de cuatro metros cuadrados, cuando "la superficie mínima fijada para la detención en las perreras es de cinco metros cuadrados por animal", recuerda el Observatorio Internacional de las Prisiones (OIP), una asociación que defiende los derechos de los presos.
La luz del día también es escasa o nula. La luminosidad de las celdas varía entre 5 y 31 lux, cuando la norma obliga a que en una tienda sea de al menos 200 lux. El 1 de octubre, una de las celdas estaba ocupada por 27 reclusos.
Pero Fleury-Mérogis no es un caso único. El Comité para la Prevención de la Tortura (CPT) del Consejo de Europa publicó el pasado día 10 un informe en el que denuncia varias veces el "trato inhumano y degradante" en las cárceles francesas, conceptos que ya había utilizado en el 2003. Aunque ahora observa algunas "mejoras", traza un panorama desolador.
ATADOS A LA CAMA
En la unidad hospitalaria del centro de Moulins-Yzeure (departamento de Allier), "los detenidos estaban sistemáticamente atados a la cama, sin interrupción, a menudo con una mano esposada a la cabecera de la cama". Las peticiones de los médicos de liberarlos para curarlos en condiciones adecuadas "eran sistemáticamente rechazadas por los vigilantes y los policías acompañantes". El CPT pide un programa de desratización de Moulins.
En la prisión de Fresnes (al sur de París), el comité asegura que los detenidos con problemas psiquiátricos debían esperar una semana o más para ser hospitalizados. Durante la espera, "los pacientes que presentaban estados de sufrimiento agudo eran internados en una de las celdas de aislamiento (...), obligados a permanecer desnudos en la celda, sometidos a un control visual regular del personal penitenciario".
19 AÑOS AISLADO
El comité denuncia el abuso del recurso al aislamiento de los detenidos. En Fresnes, los miembros del CPT encontraron a un preso que llevaba aislado 19 años. Como los motivos del aislamiento son normalmente disciplinarios, estas celdas se convierten "en el lugar de rechazo de detenidos difíciles de controlar, afectados psíquicamente y, en algunos casos, aquejados de patologías psiquiátricas graves".
Otro punto del informe se refiere a los traslados de presos. Aun reconociendo su necesidad por razones de seguridad, a veces pueden constituir también un "trato inhumano y degradante". Pascal Payet, el rey de las fugas que fue detenido el 21 de septiembre en Mataró, había sido trasladado de prisión 23 veces en cuatro años.